Cuáles son las posturas que provocan cefaleas tensionales o dolores de cabeza
La medicina oriental sostiene que las emociones pueden afectar al hígado y la vesícula biliar. Sin embargo, en el día a día, hay posturas corporales que incrementan la tensión en los músculos del cuello, lo que a su vez puede intensificar la frecuencia e intensidad de las cefaleas y migrañas.
Actividades cotidianas como ver la televisión tumbado en el sofá, leer un libro acostado boca arriba o inclinar la cabeza hacia abajo durante largos periodos –al estudiar, planchar o mirar el móvil– generan un esfuerzo constante en la nuca y favorecen la aparición de este tipo de dolores de cabeza.
Las cefaleas tensionales son uno de los dolores más comunes y se caracterizan por una sensación de opresión o tensión en la cabeza y el cuello. Pueden ir desde una leve molestia hasta un dolor punzante que afecta la claridad mental.
A menudo, estos dolores se manifiestan en áreas como la sien, la frente o la parte superior de los ojos, afectando uno o ambos lados de la cabeza. La duración varía: desde unos minutos hasta varios días.
Para evitar estos episodios, es clave reconocer qué posturas incorrectas estamos adoptando y cómo pueden desencadenar cefaleas.
Existen principalmente dos tipos de posturas que contribuyen a estos dolores: aquellas que acortan los músculos y las que los estiran excesivamente. Mantener una postura adecuada puede marcar la diferencia en la prevención de dolores recurrentes.
Estiramiento muscular
Las posturas de estiramiento muscular son las más comunes y las que producen un mayor aumento de la tensión en las cervicales. Consiste en el estiramiento mantenido de los músculos cervicales y se relacionan con trabajos en los que hay que mantener la mirada hacia abajo durante mucho tiempo.
Además, también se relacionan con el uso de las nuevas tecnologías como pasar mucho tiempo delante del ordenador o mirando el teléfono móvil.
Esta postura da lugar a la inserción en la zona de la nuca, provocando una irritación de las terminaciones nerviosas de la zona del cuello que terminan provocando las cefaleas.
Acortamiento muscular
Las posturas de acortamiento muscular provocan tensión debido a la alteración del tono muscular. En concreto, este tipo de posturas provocan el acortamiento, lo que hace que no funcionen correctamente y compriman los vasos sanguíneos que proveen los nutrientes necesarios a las células para funcionar.
Las posturas de acortamiento son aquellas que provocan el aumento de la extensión cervical y la tensión constante de los músculos ubicados en la nuca. Suelen provocar el crecimiento de la tensión de la musculatura y la contracción que derivan en el dolor de cabeza.
Por ejemplo, aquellos trabajos en los que el paciente tiene que pasar mucho tiempo mirando hacia arriba (pintando, limpiando o realizando labores domésticas).
Las causas de una cefalea tensional pueden ser muy diversas. A menudo, son fruto de una combinación de distintos factores, que acaban agravando los síntomas. Algunas de las causas más frecuentes son:
- Tensión muscular. La tensión en los músculos de la zona del cuello y los hombros puede provocar cefaleas tensionales. Esta tensión muscular puede ser el resultado de malas posturas, estrés, lesiones, o por pasar mucho tiempo en una posición estática y encorvada hacia delante (ordenador, móviles y otras pantallas).
- Bloqueo cervical y occipital. La tensión muscular en malas posturas suele provocar una rectificación de la columna cervical y un bloqueo tanto de las vértebras cervicales como del hueso occipital, que aparte de impedir el correcto movimiento del cuello (limitación de la rotación y del movimiento de mirar hacia arriba y hacia abajo), provoca una irritación sensitiva en diferentes zonas de la cabeza. Si no se corrige el bloqueo cervical, podría cronificarse el dolor, aun cuando se tratara la tensión muscular.
- Mala postura. Mantener una mala postura durante períodos prolongados puede tensar los músculos del cuello y la espalda, aumentando el riesgo de padecer dolor.
- Y otras causas comunes son también la falta de sueño, el estrés y la ansiedad, la fatiga visual y las lesiones cervicales.
Normalmente la intensidad y la frecuencia de los síntomas pueden variar de una persona a otra.
Si experimentas síntomas persistentes de cefaleas tensionales o si el dolor de cabeza se vuelve más intenso o frecuente, es importante que no lo dejes pasar y acudas a un fisioterapeuta que pueda aplicar un tratamiento efectivo.
El uso de fármacos para mitigar el dolor solo son un parche que puede acabar cronificando una dolencia que podría solucionarse con una terapia adecuada
En el caso de que haya una afección crónica se debe acudir a un profesional. Si quieres comentarnos tu caso puedes contactarnos y hacer una consulta online totalmente gratuita de 30 minutos haciendo clic aquí
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